Desde la Residencia Santa María del Monte Carmelo consideramos un pilar fundamental la formación continua y el reciclaje constante de todos los trabajadores, ya que esto repercute en la calidad de los servicios proporcionados hacia el Residente.
Recepcionistas, Auxiliares, Servicio de Enfermería, Servicio de Limpieza, Trabajo Social, Fisioterapia, Psicología, Terapia Ocupacional, Pedagogía, etc. en definitiva, todos los perfiles laborales con los que contamos tienen el derecho y la obligación de mejorar en su profesión, dignificando además el desempeño profesional de cada uno de los trabajadores.
Apoyamos una formación integral, que abarque las tres esferas de aprendizaje: técnico, científico y humano. Por lo tanto, no solo buscamos el perfeccionamiento de las funciones técnicas que permiten una mejor labor en el trabajo, también ayudamos a desarrollar una visión científica, donde la investigación e innovación es cosa de todos. Y por último, apoyamos una formación humana, que no solo se pueda ver reflejada en las funciones laborales, sino que la persona al salir de su puesto laboral mantenga esa constante visión de ayuda al prójimo.
La formación humana y social de los trabajadores beneficia y promueve la creación de nuevas vías de comunicación y la mejora de las ya existentes. Esto supone la creación de una red que permite a los profesionales interaccionar entre ellos de la mejor forma posible, y caminar todos hacia el camino de la excelencia en la atención y cuidados al Residente.
Para llevar a cabo esta iniciativa planteamos una programación de la formación anual, que trata de recoger las necesidades que se observan en nuestros trabajadores a través de la supervisión e incidencias detectadas por el Departamento de Calidad.
